PRC seleccionó al banco suizo UBS para que se ocupe de buscar y elegir interesados en asociarse o comprar el yacimiento Potasio Río Colorado. El proceso tardaría unos 18 meses a partir de ahora y contemplaría de proyectos chicos a inversiones de gran escala.

Cabe recordar, que en una etapa del proceso de búsqueda de inversores para la mina Potasio Río Colorado, el Gobierno provincial mantuvo contacto con diversas empresas internacionales y les consultó sobre qué mecanismos utilizaban para definir su participación en este tipo de operaciones. Así surgió que la opción más conveniente para Mendoza era recurrir a un banco de inversiones. En setiembre se llamó a licitación para contratar una entidad y la semana pasada se adjudicó a la firma suiza UBS.

El gerente de la empresa PRC SA, Emilio Guiñazú, resaltó que, a diferencia de un agente financiero, un banco de inversión se dedica a armar proyectos y buscar inversores. “Estas entidades analizan la información, la organizan y elaboran modelos financieros siguiendo metodologías internacionales en las que los potenciales inversores confían”, detalló. Es decir, que se trata de una especie de intermediario que le agrega valor al proceso, no sólo porque ajusta el proyecto a determinados estándares, sino porque, por el solo hecho de su participación, brindan una garantía.

Por esta razón, el Gobierno provincial se mostró satisfecho cuando se presentaron al concurso público dos firmas reconocidas: el banco suizo UBS y la consultora Deloitte. En cuanto a la elección del primero, Guiñazú detalló que la propuesta era más conveniente y se adaptaba mejor a los requerimientos, además de que ya proponía un proceso de trabajo con el que están conformes y que consideraron positivos los antecedentes de los profesionales que van a participar del proceso.

Sobre los requisitos, buscaban consultoras que no sólo tuvieran experiencias en el rubro minero, sino también en trabajar en el país. Es que desde el Ejecutivo provincial entienden que una operación de esta importancia puede verse obstaculizada por la política económica del gobierno nacional, por la incertidumbre en torno al manejo de divisas y por una eventual repatriación de dividendos. Además, reconocen que se trata de inversiones de largo plazo en las que lo coyuntural puede no resultar determinante.

Cómo sigue el proceso

Guiñazú detalló que, en paralelo a lanzar este concurso público, se ha avanzado en la preparación de la información. Es que la brasilera Vale dejó documentación, pero no estaba organizada para ser analizada por un inversor. El próximo paso será reunirse con el banco suizo para diseñar el proceso de búsqueda, en el que estarían algunas de las empresas con las que ya se ha mantenido contacto -incluso la estatal china que se había mostrado muy interesada en la explotación un tiempo atrás- y las que proponga la entidad.

El contrato es bajo la modalidad “success fee”. Es decir que UBS sólo cobrará un porcentaje de la operación cuando se concrete- establece un período de 18 meses para reunir la información, prepararla y diseñar los modelos financieros. Luego, llegará el momento de los “road shows”, que refiere a la presentación del proyecto, que podría incluir la participación en ferias internacionales, viajes e invitaciones a potenciales inversores para que conozcan la mina. Finalmente, se hará la recepción de propuestas preliminares, la clasificación de las mismas y la selección. Es decir que, si todo se da como se ha planteado, a mediados de 2023 podría haberse elegido un concesionario para Potasio Río Colorado.

La inversión que realice la empresa que explote el yacimiento de sales de potasio ubicado en Malargüe dependerá del tipo de proyecto que proponga desarrollar.
Si bien se trata de un yacimiento muy importante, se puede optar por una explotación como la que había planificado Vale, con una extracción de unas 5 millones de toneladas anuales del mineral con destino a la exportación a mercados internacionales, o por algo de mejor tamaño. Una opción, es una inversión intermedia,
que busque la explotación de 1 a 1,5 millones de toneladas por año -que no requeriría del tendido ferroviario- y que apuntaría al mercado nacional y de países limítrofes como Uruguay, Paraguay y Brasil, que hoy importan. Incluso podría llegar una inversión “pequeña”, que busque extraer de 200 a 300 toneladas, para clientes argentinos, ya que en el país se importa el 100% de lo que se utiliza; unas 100 mil toneladas anuales.

A dónde se apunta

El titular de PRC SA explicó que apuntan a que el proyecto sea lo más grande posible, ya que esto se traduce en inversión local y empleo, pero también a que se concrete pronto, por lo que buscarán la mejor combinación entre tamaño y cronograma de trabajo (además de la sustentabilidad ambiental de los procesos y la utilización de mano de obra y proveedores locales).

El tiempo resulta un elemento crucial, ya que el potasio está aumentando su precio a medida que se incrementa la demanda y se trata de un buen momento para salir al mercado. Se debe recordar que la brasilera Vale suspendió las actividades en 2013, luego de obtener la concesión en 2009 e invertir unos U$S1.000 millones, porque el valor internacional del mineral se desplomó y en 2014 anunció que se retiraba del yacimiento. Luego de que mina estuviera abandonada durante 17 años y que, en ese tiempo, se buscara sin éxito otro inversor que tomara la explotación, en diciembre de 2020, la Legislatura sancionó la Ley de traspaso de Potasio Río Colorado a la provincia. De esta manera, se ratificaba el acuerdo firmado entre el gobernador Rodolfo Suárez y la empresa Vale.

En febrero de este año, la provincia tomó posesión de los activos, entre los que se incluye un predio de 80 mil hectáreas con una planta potabilizadora de agua y otra de tratamiento de efluentes cloacales, y un parque de generación de energía para producir más de 20 MW. Además, tiene un aeropuerto en condiciones de
funcionar e instalaciones de alojamiento para unas 3 mil personas.